Su origen hay que buscarlo en Japón y China y no pertenece al reino vegetal ni al animal, pero está muy implantado en la dieta vegetariana por su alto contenido en proteínas fácilmente asimilables, es muy rico en minerales, no en cantidad pero sí en variedad, como selenio, fósforo, magnesio, zinc y potasio.
El champiñón (Agaricus bisporus) tiene pocas calorías, lo que hace que sea ideal en las dietas depurativas o para perder peso, también se le atribuyen propiedades antidepresivas, mitigantes de la fatiga, la jaqueca y es cardiosaludable, además posee mucha fibra lo que dá sensación de saciedad y ayuda al tránsito intestinal.
Investigaciones recientes le confieren un alto poder antioxidante e inmunológico
Champiñones al ajillo |
Su cultivo se realiza sobre un fondo de compost o estiércol, en el interior de cuevas, túneles o naves especialmente destinadas para ello.
Antes de consumirlos hay que limpiarles bien de tierra, cuando son tiernos podemos consumirlos crudos, en ensaladas, cortados en finas láminas y rociados con zumo de limón. También son sabrosos los champiñones salteados con un buen aceite de oliva, o guisados con verduras para lo cual requieren poca cocción.
CHAMPIÑONES AL AJILLO
Para cuatro personas necesitaremos 500 gramos de champiñones, tres dientes de ajo, un poco de perejil, cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen, una pimienta de Cayena y sal.
Empezaremos quitando bien la tierra a los champiñones, luego los cortaremos en cuartos. Pondremos el aceite a calentar en una sartén y freiremos el ajo cortado en láminas y la Cayena, cuando se hayan dorado agregaremos los champiñones. Tapamos la sartén y dejamos cocinar a fuego moderado durante diez minutos, ponemos a punto de sal y le agregamos el perejil picado muy fino. Ya está listo para servir.
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