El Apio, (Apium graviolens), pertenece a la familia de las umbelíferas, también conocidas como apiáceas, como el perejil y el hinojo que abarca unos 250 géneros y 2.500 especies, son plantas aromáticas que generalmente contienen en sus semillas los aceites esenciales como apiol, limoneno, selineno, psoraleno y apiina que les confieren su característico sabor y olor . Se cultiva en todas las regiones templadas del mundo. Esta planta también es usada con fines medicinales y ya era conocida en la antigua Grecia y también en Roma donde por sus propiedades afrodisíacas fue dedicado a Plutón dios del sexo y del infierno . El apio fue recomendado por el mismísimo Hipócrates en el siglo V a. de C. por sus propiedades diuréticas siendo por ello útil en las dietas para adelgazar y para bajar la presión arterial, favorece la secreción de saliva y jugos gástricos por lo que su consumo ayuda en casos de digestiones lentas y pesadas, es un gran depurativo muy eficaz contra la gota, afecciones articulares y diversos reumatismos porque elimina sustancias nocivas por la orina como el ácido úrico y la urea. Es un excelente regulador del tránsito intestinal evitando gases, cólicos y fermentaciones.
Por su contenido en furanocumarina y psoraleno protege la piel en casos de psoriasis.
El apio es muy rico en potasio, sodio, magnesio, hierro. fósforo, azufre, cloro, manganeso, cobre, aluminio, cinc ácido fólico, calcio y betacaroteno vitaminas A, C, E, B1, B2 y PP (niacina).
Sopa de apio y zanahoria
Ingredientes:
200 gramos de apio
200 gramos de zanahoria
1 cebolla
caldo de verduras
2 yogures naturales
Aceite de oliva virgen extra
un poco de sal y pimienta a gusto.
Elaboración:
Se pelan las zanahorias, el apio y la cebolla y se cortan muy pequeño.
Se sofríe la cebolla en aceite de oliva añadiendo en seguida el resto de las verduras, poco después pondremos el caldo de verduras y dejamos hervir durante 20 minutos.
Trituramos con la batidora y añadimos los yogures.
Ya tenemos lista la crema para servir caliente o templada.